Esta no es una simple historia

En nuestra empresa no trabajamos, vivimos de nuestra pasión. Esa es la diferencia entre “tener qué hacer” o disfrutar de las tareas diarias.

No en vano llevamos más de 20 años en el mercado, desde que esta idea se escribió en papel y hasta hoy, que hemos superado los límites imaginados.

Quisimos ser una alternativa en moda nupcial y de etiqueta. Hoy somos más que eso. Hoy somos creadores de historias, cómplices de sueños, somos punto de partida.

Nacimos de cero hasta ser lo que hoy somos. Crecimos teniendo mil errores, pero la valentía para superarlos y la inteligencia para aprender de ellos. Hemos tenido la fortuna de conocer a nuestros clientes y sacarles una sonrisa.

Porque en Casa Solórzano no vendemos, asesoramos con coherencia, con sinceridad y compromiso. Nos encanta escucharte, saber si te gusta el blanco o el azul, o y si algo te inspiró para tu gran día. Nos gusta entenderte y proponerte. Eso no es vender, eso se llama hacer amigos.

Nuestra marca aún tiene la calidez de ese pequeño cuarto donde nació esta historia. Crecimos, sí, pero no olvidamos de donde venimos y tenemos muy claro hacia donde vamos.

Aquí pues, en Casa Solórzano, no rentamos vestidos, en esta familia cada día más numerosa, creamos Momentos Infinitos…

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